Siete paseos para conocer Córdoba


De la Cruz del Rastro a la Ermita de los Santos Mártires

De la Cruz del Rastro a la Ermita de los Santos Mártires

Ver:

  • Cruz del Rastro.
  • Ermita de los Santos Mártires.

Recorrido:

El Puente de Miraflores confluye en la Cruz del Rastro y el comienzo del Paseo de la Ribera. Se sigue éste dejando el río a la derecha y continuando por la Ronda de los Mártires hasta la Ermita.

Descripción:

Cruz del RastroCruz del Rastro. Cuenta Ramírez de Arellano que en 1473, durante una procesión, cayó sobre el manto de la Virgen cierto líquido inmundo, arrojado desde una ventana por una chica que se creía aconsejada por algún judío. Este hecho sirvió de excusa a una muchedumbre intolerante que descargó el odio y envidia a los judíos provocando un motín en el que asesinaron a muchos judíos y robaron e incendiaron sus propiedades, pese a la defensa que recibieron del caballero don Alonso de Aguilar. La Hermandad de la Caridad, titular de la imagen de la Virgen, en reparación de tan sangriento acto, colocó una gran cruz de hierro en el centro del que fue antiguo mercado o Rastro. De ahí le viene el nombre, aunque la leyenda lo atribuye al rastro de sangre dejado tras el motín. La cruz fue reemplazada en el año 1814 y permaneció hasta el año 1852, cuando fue demolida por las obras del murallón. En el año 1927 se volvió a colocar una nueva cruz diseñada por el arquitecto Carlos Sáenz de Santamaría y construida en los talleres de Álvarez Salas. En el año 2005 fue restaurada.

Paseo de la RiberaPaseo de la Ribera y Ronda de los Mártires. Parece ser que desde tiempo de los romanos Córdoba se defendía de las crecidas del Guadalquivir con un murallón. Para unir las carreteras de Madrid y Sevilla en 1773 se solicitó a Carlos III  la reparación del murallón de la Ribera y la construcción de un nuevo puente que desde la Cruz del Rastro uniese con el Campo de la Verdad. Desde entonces y de manera espaciada se han ido haciendo obras en el murallón y Paseo de la Ribera, que aún perduran, y el puente se levantó, al fin, en el 2003. Antes se llamó Paseo de Curtidores por los muchos artesanos dedicados a curtir pieles que allí se establecieron.

San Nicolás y San Eulogio de la AxerquíaEn la esquina de la calle Consolación estuvo la Iglesia de San Nicolás y San Eulogio de la Axerquía, una de las siete parroquias o collaciones fernandinas de la Axerquía, de la que sólo queda una de las puertas de entrada en el Paseo de la Ribera. Cuando fue abandonada por su estado ruinoso, todos los enseres y la propia parroquia fueron trasladados a la Iglesia de San Francisco. Se construyó sobre una mezquita y a pesar de las reformas de los obispos Leopoldo de Austria (siglo XVI), Marcelino Siuri (siglo XVIII) y Miguel Vicente Cebrián (siglo XIX) mantuvo la planta rectangular de la mezquita con tres naves separados por arcos sobre pilares que habían sustituido a las antiguas columnas, aunque se conservaron algunas. Es un claro ejemplo de la adaptación de las mezquitas para el culto cristiano.

Ermita de los Santos MártiresErmita de los Santos Mártires de Córdoba. Fue construida entre 1880 y 1881 en los terrenos del antiguo Convento de los Santos Mártires. Con la exclaustración de los frailes se vendió el edificio manteniéndose la iglesia hasta que se derrumbó y fue adquirida por el Ayuntamiento, junto con el convento, para la ampliación del Paseo de la Ribera desde el Molino de Martos hasta el Campo Madre de Dios. Obra del arquitecto municipal Felipe Sainz de Veranda, su fachada principal tiene una portada con arco apuntado y ligeramente abocinado sobre dos columnas. En el segundo cuerpo hay un sencillo Ermita de los Santos Mártiresajimez y se remata con un hastial, coronado por una cruz, en cuyo centro se abre un pequeño óculo con cuatro lóbulos. El hastial trasero se remata con una espadaña de un solo vano. La planta es de forma de cruz con ábside en la cabecera. En su interior conserva un interesante sarcófago paleocristiano en mármol de Carrara, de la época de Constantino, en torno al 330 d.C. En el frontal del sarcófago se conserva la escena de la predicción de la negación de Pedro con el gallo en el suelo y la imagen de la prisión de Pedro. Finalizadas las obras de restauración, la ermita se reabrió al culto en abril del 2007.