Siete paseos para conocer Córdoba


Compás de San Francisco

Compás de San Francisco

Ver:

  • Palacio del Marqués del Carpio
  • Portada del Compás de San Francisco.
  • Iglesia de San Francisco.
  • Fuente Azulejo Virgen de los Plateros.
  • Claustro y fuente barroca.

Recorrido:

A la salida del Arco del Portillo conviene recorrer unos metros a la derecha por la calle San Fernando para visitar la fachada principal del Palacio de los Marqueses del Carpio. Después atravesar la calle San Fernando para entrar en el Compás de San Francisco, visitar la Iglesia de San Francisco así como el claustro posterior de donde parte la calle Huerto de San Pedro el Real, continuación del paseo.

Descripción:

Palacio del Marqués del CarpioPalacio del Marqués del Carpio. Como ya se ha descrito en la calle Cabezas esta Casa-fortaleza es del Siglos XIV con posteriores remodelaciones como la efectuada en el siglo XX por el arquitecto Casto Fernández-Shaw. Tiene patio de entrada, patio de armas y jardines con piscina. En la fachada de la calle San Fernando se conserva el lienzo de muralla y el torreón árabe, todo con almenas. Tiene portada de medio punto abierta en la muralla. Aunque modificado, el palacio es una de las pocas pervivencias del repartimiento cristiano tras la conquista de Córdoba, concesión de Fernando III a la familia Méndez de Sotomayor para proteger y defender la muralla.

Compás de San Francisco portadaPortada del Compás de San Francisco. Conocida popularmente como Portada de la Feria, es una portada de piedra franca de dos cuerpos del siglo XVIII (1782), restaurada en 1877, que formaría parte del muro de cerramiento del convento. La fachada trasera es de sillares de piedra sin adornos. La fachada que da a la calle San Fernando (Feria) es de dos cuerpos: el bajo formado por un arco de medio punto flanqueado por dobles pilastras y rematado por cornisa y el cuerpo superior lo forma una hornacina terminada en concha o venera que contenía la imagen de San Francisco, obra neoclásica de José Cano. Da acceso al atrio o compás del convento con un pequeño jardín y una fuente de mármol. La devoción cofrade se manifiesta en los azulejos colocados en el compás. En la primera casa a la izquierda está el Azulejo de Nuestro Padre Jesús del Silencio, muestra de gratitud de los cofrades del Silencio a los del Huerto, que se vieron necesitados de cobijarse en este templo para resguardarse de la lluvia durante la estación de penitencia del Domingo de Ramos de 1992. En la última casa está el Azulejo de la Virgen de la Candelaria.

Fuente Virgen de los PlaterosFuente con Azulejo de la Virgen de los Plateros. En la fachada de la iglesia está adosada la fuente barroca de mármol negro realizada según dibujos del marmolista Rafael García Rueda (padre) en la segunda década del siglo XX. Su frontal reproduce en mosaico de azulejos el cuadro  Inmaculada con San Antonio y San Eloy (La Virgen de los plateros) de Valdés Leal, pintado durante su estancia en Córdoba hacia 1645, donde estudió con Antonio del Castillo. El cuadro estaba en el altar que el gremio de la platería tenía instalado en la antigua calle de la Pescadería, y que fue retirado de su emplazamiento en 1841 con motivo del denominado decreto liberal Iznardi. En el convento de San Francisco la congregación de los plateros (Cofradía de San Eloy) examinaba de Aprendiz y de Maestría. Por esta vinculación a los plateros se colocó la fuente en la que aparecen los nombres de los más conocidos orfebres de todas la épocas: Judá ben Borla, Enrique de Arce, Juan Ruiz el Vandalino, Rodrigo de León, Hernando Damas y Damián de Castro.

Iglesia de San FranciscoIglesia de San Francisco. La iglesia de San Francisco y San Eulogio perteneció, en origen, al convento franciscano de San Pedro el Real fundado en el siglo XIII tras la conquista de Córdoba y que desapareció con la desamortización del siglo XIX. La iglesia se reforma en el siglo XVIII transformando su aspecto medieval por otro barroco, pero volvió a recuperar parte de su estructura medieval en la restauración de 1977. En 1877 asumió las funciones parroquiales  de la desaparecida iglesia de San Nicolás y San Eulogio de la Ajerquía. Además del propio, conserva el patrimonio documental y artístico de esta iglesia con valiosas pinturas de Valdés Leal y Antonio del Castillo y las imágenes de un Ecce Homo atribuido a La Roldana, San Pedro de Alcántara de Pedro de Mena y el Señor de la Caridad, crucificado manierista del siglo XVII de autor anónimo. La iglesia es de planta de cruz latina con una sola nave, crucero y cabecera con tres ábsides poligonales cubiertos con bóvedas de cañón. Posteriormente se añadieron capillas, la magnífica bóveda oval y la portada. La fachada de la iglesia está rematada en hastial y la portada barroca (1731) es de mármol gris con tres cuerpos decrecientes, conteniendo el segundo una hornacina flanqueada por columnas con la imagen de San Fernando.

Claustro de San FranciscoClaustro y fuente barroca. Sólo se conserva el contorno y dos laterales del primitivo claustro conventual. El claustro tiene dos pisos con arcadas de medio punto que se apoyan sobre columnas de capiteles toscanos. A cada arco del piso inferior le corresponden dos arcos del piso superior. La restauración del antiguo complejo conventual de San Pedro el Real se terminó en el 2007 y, además de la consolidación del interior, se han recuperado las dos galerías que se conservaban del claustro  y la espadaña situada en un ángulo del mismo. El claustro se ha adaptado para uso público, dotándolo de bancos y manteniendo la fuente, construida en 1983 en el taller de García Rueda, siguiendo el modelo de un grabado de Parcerisa del siglo XIX. Tiene el pilón octogonal y en su centro un plato plano con el surtidor.