De la calle Jurado Aguilar a la Plaza de la Fuenseca

Ver:

Convento de Santa Marta.
Fuente de la Fuenseca.

Recorrido:

Frente al Palacio de Viana sale la calle Jurado Aguilar por la que se ha ir hasta encontrar la calle Imágenes que se tomará a la izquierda hasta atravesar la calle Juan Rufo. Se continúa al frente por la calle Conde de Arenales y se rodea todo el convento de Santa Marta continuando por la calle de este nombre hasta llegar a la Plaza de la Fuenseca.

Descripción:

Desde la Plaza Jerónimo Páez hasta la calle de Imágenes se puede ir por la Calle Jurado Aguilar por uno que lo fue de Santa Marina, y dicen prestó muy buenos servicios cuando la batalla del Campo de la Verdad, según Ramírez de Arellano, o bien por la paralela Calle Obispo Alguacil, antiguamente llamada de la Yedra.


Calle Jurado Aguilar	Calle Obispo Alguacil

La Calle Imágenes se ha de tomar hacia la izquierda, en dirección sur, hasta atravesar Juan Rufo. Antiguamente se llamó del Jurado Juan Ruiz de Ávila. Desde el año 2005, en el mes de mayo, un colectivo de vecinos impulsados por el artista plástico Goval, decora la calle con obras realizadas por niños y adultos del vecindario, con un tema de concienciación social. En el 2005 colgaron carteles con flores dibujadas (imagen adjunta). En el 2006 se recreó el caudal y los peces que fluyen por el Guadalquivir. En el 2007 se quiso homenajear a todas las mujeres víctimas de la violencia doméstica mostrando sus nombres en las pinturas que colgaban de las viviendas. En el 2008 más de cien paraguas animaban a un uso responsable del agua. En el 2009 toldillos floreados y macetas adornaban la calle con carteles alusivos a la crisis de la vivienda.

En la Calle Conde de Arenales esquina con Juan Rufo está la Taberna la Fuenseca donde un cartel en la puerta dice: Abro cuando llego. / Cierro cuando me voy. / Si vienes y no estoy / es que no hemos coincidido. Poco más adelante se ensancha en la Plaza del Marqués de Hinojares, por la casa solariega del siglo XVI donde vivió, que también ha sido del Conde de Arenales. La primitiva portada renacentista, aún visibles a pesar de estar cegada, la forma un arco de medio punto sobre pilastras, con escudos en las enjutas. La calle bordea por el lado este el Convento de Santa Marta y en el nº 4, casa de labranza de 1916 reformada, hay un hermoso patio.


Calle Conde de Arenales	Calle o Callejas de Santa Marta

La Calle o Callejas de Santa Marta bordea el Convento del mismo nombre por sus lados sur y oeste. Conserva algunas casas solariegas con portada piedra y escudos en la fachada.

El Convento de Santa Marta, de la orden de San Jerónimo, tuvo su origen en un beaterio fundado en 1459 por Catalina López de Morales, viuda de Cárdenas, que cedió la casa donde vivía. Antecede a la iglesia un patio con naranjos y un pórtico con arcadas que da acceso a la portería. La portada de la iglesia, de principios del siglo XVI es obra de Hernán Ruiz I, una de las más bellas de Córdoba. La iglesia es de planta cuadrangular de una sola nave cubierta por bóvedas de crucería y la sacristía y sala capitular tienen artesanados mudéjares. El claustro principal, llamado del Cinamomo por la presencia de un árbol de ese tipo, es cuadrangular con dos plantas con arquerías. En la portada principal del Claustro Cinamomo están los escudos de los Angulo en el lateral izquierdo y al de los Córdoba en el derecho. Destaca el retablo mayor realizado en el año 1582, obra del escultor Andrés de Ocampo y el pintor Baltasar del Águila. Cuenta con distintas imágenes y pinturas que se asocian al círculo de Antonio del Castillo.

Fuente de la fuenseca Plaza de la Fuenseca. Debe el nombre a una fuente de escaso caudal instalada en 1495 en la calle de Alfaros en la plazuela antes de llegar a la Cuesta del Bailío. Casi siempre seca, en 1760 se la trasladó al centro de la plaza donde está hoy y en 1808 la quitaran e hicieran la actual, adosándola a la pared bajo el bello mirador de la casa señorial de la marquesa de la Mejorada. La Fuente de la Fuenseca tiene pilón rectangular de piedra que recoge el agua de cuatro caños, sobre el que se desarrolla un frontis curvo con dos pilastras coronadas por pináculos. En el centro posee el escudo de Córdoba y una inscripción. Todo el conjunto aparece rematado por una escultura de San Rafael en piedra franca de Córdoba y dos faroles.