Siete paseos para conocer Córdoba


Plaza de las Tendillas

Plaza de las Tendillas

 

 

Ver:

  • Monumento al Gran Capitán y fuente.
  • Reloj.
  • Edificios modernistas.

Recorrido:

Todos los paseos de esta guía, excepto el dedicado al río Guadalquivir, se inician y finalizan en la Plaza de las Tendillas recorriendo todas las calles que a ella confluyen. En cada paseo se describen los edificios que hacen esquina con las calles de salida o entrada a la plaza.

Descripción:

A la Plaza de las Tendillas, centro comercial de Córdoba, confluyen 8 calles y está rodeada por edificios construidos en el primer tercio del siglo XX. La parte central está ocupada por la fuente y la estatua del Gran Capitán. El reloj de la plaza marca las horas con sonido de guitarra y ritmo de soleares.

Los terrenos que ocupan la plaza fueron entregados por Fernando III, tras la conquista de Córdoba, a la orden de los Caballeros de Calatrava que construyeron el Convento de la Encomienda del mismo nombre. En la segunda mitad del siglo XVI el médico de Carlos I Pedro López de Alba dona sus bienes para la fundación del Colegio Nuestra Señora de la Asunción, hoy Instituto Luis de Góngora.

Las pequeñas tiendas que se establecieron el la plaza dieron lugar al nombre de Tendillas de Calatrava. Posteriormente, siguiendo las vicisitudes políticas, se ha llamado Plaza de Canalejas, de Cánovas del Castillo, de la República y de José Antonio Primo de Rivera. Con la construcción del Paseo del Gran Capitán el centro urbano se desplaza a las Tendillas. Para facilitar la comunicación entre el casco antiguo y los nuevos barrios se hace necesaria su ampliación, proyectada en 1.896 por Patricio de Bolomburu y ejecutada años más tarde.

 

En 1860 los hermanos Puzzini construyeron en la plaza el Hotel Suizo (uno de los mejores de España según Ramírez de Arellano). En 1923, siendo Alcalde Don José Cruz Conde, fue derribado para remodelar la plaza según el proyecto del arquitecto Félix Hernández.

Se diseña el trazado de la plaza y de las calles que a ella confluyen así como se fijan la altura y las directrices arquitectónicas que han de cumplir las edificaciones. En el periodo comprendido entre 1925 y 1930 se levantan los edificios modernistas que rodean la plaza, todos dedicados a viviendas privadas, comercios y oficinas, siguiendo la estética historicista y regionalista de principios del siglo XX.

 

El edificio más antiguo de la plaza, que ocupa su lado este, es el Instituto Luis de Góngora, creado en 1847 como Instituto Provincial de Segunda Enseñanza sobre el precedente Colegio de la Asunción, que había sido fundado en 1577. La actual fachada data de 1868, obra de Pedro Nolasco Menéndez. Su fachada lateral, en la que sobresale la linterna barroca de la Capilla de la Asunción, da a la calle Claudio Marcelo que ya unía en aquella época la Plaza de la Corredera con la de las Tendillas.

 

Una vez planificada la nueva Plaza de las Tendillas, la primera construcción se realiza el año 1926 en el lado oeste de la plaza, la Casa de Marín Fernández, de estilo Art Déco, proyectada por el arquitecto, conservador y arqueólogo Félix Hernández Giménez y realizada por Enrique Tienda Pesquero y Casana Diéguez. Hace esquina a la Calle Gondomar junto con la Casa del Reloj. En el centro de la Plaza, mirando hacia esta dirección, se coloca el año 1927 la estatua ecuestre del Gran Capitán.

 

En el año 1927 se ocupa el lado norte de la Plaza con los edificios de Telefónica, del arquitecto Ramón Aníbal Álvarez en la esquina con Diego de León, y de la Unión y el Fénix, del arquitecto Benjamín Gutiérrez Prieto, rematado en la esquina de la calle Victoriano Ribera por el grupo escultórico alegórico al renacer del Ave Fénix.

En el año 1928 se completa el cerramiento de la plaza por su lado sur con la construcción de la Casa Colomera, esquina con la calle Duque de Hornachuelos, obra de Félix Hernández Jiménez que proyecta las dos primeras plantas como casa solariega y las altas como casa de pisos. Haciendo esquina con la calle Jesús y María construyen los arquitectos Aníbal González y Aurelio Gómez Millán la Casa Enríquez Barrios (jurista, empresario y alcalde de Córdoba) de estilo regionalista sevillano.

Sus bajos estuvieron ocupados casi desde su construcción por el Gran Bar, referente de la hostelería cordobesa, y posteriormente por la Cafetería Siena hasta el 2014 que vuelve a recuperar su nombre original.
 

Monumento al Gran Capitán.

Escultura en bronce (menos la cabeza, de mármol) de Gonzalo Fernández de Córdoba, a caballo, realizada por Mateo Inurria. En 1923 se colocó inicialmente en el cruce de la Avenida del Gran Capitán con Ronda de Tejares y a los pocos años, 1927, fue traslado a la Plaza de las Tendillas. Circula la leyenda urbana de que la cabeza pertenece al torero Lagartijo. En el Museo de Bellas Artes están expuestas las cabezas en bronce del torero y la copia del Gran Capitán, ambas del mismo escultor, apreciándose notorias diferencias.

 

 

Con la remodelación de la plaza en el año 1999 se sustituyó la anterior fuente por una circular de mármol negro que rodea el monumento, dotada de un rebosadero rectangular. En la parte delantera y trasera del monumento se han colocado dos grupos de dieciséis surtidores que salen del suelo y dan un toque de frescor a la canícula cordobesa.

Reloj.

En la Plaza de las Tendillas, en la casa que hace esquina con la calle Gondomar se instaló el reloj en enero de 1961 y desde entonces es el protagonista de las campanadas de fin de año. Pero además tiene la originalidad de dar los cuartos y las horas por soleares a son de la guitarra del maestro cordobés Juan Serrano, que donó la pieza a su ciudad. La idea partió de la empresa Philips como reclamo publicitario. Se conectaba en directo con RNE para dar las doce y las cinco de la tarde y se escuchaba por la megafonía la voz de Matías Prats, el más popular de los locutores cordobeses, que lanzaba el eslogan: ¡Philips... mejores no hay!